Un punto que sabe a poco

En la tarde del sábado tocaba disputar el encuentro liguero contra el filial del Talavera de la Reina en su domicilio, sin duda un rival que en su casa no pone las cosas fáciles y a pesar de su juventud pueden complicar las cosas a los rivales.
Comenzó el encuentro y nuestros jugadores sólo necesitaron un minuto para demostrar que íbamos a por los tres puntos, en un centro desde la banda que Diego en el segundo palo golpeo de primeras pero el portero apareció para mandar el balón a córner, sin duda una ocasión que de haber entrado hubiese puesto el encuentro encaminado. El transcurso del partido en los primeros minutos sucedió de la mejor forma pues los locales comenzaron con el juego sucio intentando buscar las vueltas y las tarjetas a nuestros jugadores, todos ellos incitados por el líder que los dirige desde el banquillo, pero nuestros jugadores quisieron dedicarse a jugar y a buscar el gol que es en lo que consiste el fútbol. En el minuto 29 en un córner en contra llegó el 1-0 que adelantaba al filial talaverano en el marcador, sin duda un duro golpe para los oropesanos que habían fallado a balón parado y se encontraban injustamente por debajo en el marcador. Dani Molina lo intentó en el min. 33 en un balón largo que recibe y ante la salida del portero decidió buscar el espacio por abajo pero el balón se marchó rozando el palo. Un susto para los talaveranos que veían como los oropesanos los acosaban de cara a gol, pero con fortuna siempre evitaban los goles.
Así se llegó al descanso, con un muy injusto 1-0 en el marcador y con gran frustración de los oropesanos que veían como en una jugada se encontraban perdiendo el encuentro ante un equipo que en vez de dedicarse al fútbol buscaba el juego sucio y la confrontación.
Con el comienzo de la segunda parte se vio un Oropesa luchador y con esperanza de encontrar el tan merecido gol, y llegó, pero no fue tempranero pues tuvimos que esperar hasta el minuto 65 de esta segunda parte, y al igual que el gol local llegó de córner, pero esta vez en el segundo palo estaba esperando un goleador como Dani Molina que con un buen remate de cabeza puso el empate e hizo estallar de rabia a los oropesanos. Seguía el dominio oropesano, un dominio no en la posesión del balón, pues esos pases sin temor eran para los locales, los oropesanos no tendrían la posesión, pero sí la determinación, pues los acercamientos al área local eran continuos, pero costaba encontrar portería. En el minuto 73 llegó el mayor jarro de agua fría recibido por este equipo, pues de nuevo en un córner llegó el 2-1 muy inmerecido para los talaveranos y que hundió a los oropesanos que a pesar de quedar todavía tiempo no se lo podía creer. Los siguientes minutos transcurrieron con frialdad y de nuevo algún intento de desestabilizar el encuentro por parte de los locales, no parecía llegar el empate, pero era solo un gol de diferencia y el fútbol hizo justicia en el minuto 87 cuando en una jugada de ataque de los oropesanos que acabó con disparo a puerta, ese balón golpeó en la mano de un defensor, y el colegiado señaló el punto fatídico, en esos momentos llega siempre la misma duda, ¿quién lanza el penalti? Pues en ese momento apareció Pedro Rodríguez con tan solo 16 años, pero sobrado de seguridad, y le transformó en gol con un disparo al centro de la portería que hizo estallar de alegría a los oropesanos, pues ese gol era más que merecido, y por qué no, alguno más, pero merecerlo no te da los puntos. Quedaba solo un largo descuento de cinco minutos después de todo los parones por los intentos de desestabilizar, y en el minuto 94 llegó la ocasión clara pero difícil de describir pues el área talaverana estaba repleto de jugadores y los rebotes e intentos de despejar y lanzar eran continuos, el balón acabó golpeando en el larguero y botando sobre la línea y cerca de la cabeza de Diego Ramírez pero cerca estuvo de poder anotar pero era un balón impredecible. Esa fue la mayor jugada de frustración pues habría dado la victoria merecida a los oropesanos, pero esta vez la fortuna no estaba de nuestra parte.
Y así acabó el partido con tablas en el marcador, un partido resumido en los intentos peligrosos de los oropesanos y solo dos ocasiones para el filial talaverano que sólo se dedicó a lo que no era fútbol, algo más que despreciable, pero equipos así siempre te tienes que encontrar. Quien viese el encuentro o lea esta crónica conocerá la realidad del partido.